Alojamiento en cortijos rurales de España

Portal de La Alpujarra
Web dedicada a los cortijos rurales de España, sus construcciones y todas sus peculiaridades más relevantes de Andalucía.
7/9/2022 ― Los cortijos son construcciones con el sello inconfundible de la marca España, únicos tanto en su filosofía como en su arquitectura. La mayoría de ellos son cortijos rurales, situados principalmente en el sur del país: Las Alpujarras, Almería, Granada... En definitiva, en Andalucía y parte de Extremadura.
Los cortijos rurales: esencia de la España de interior
En los últimos años, los cortijos han experimentado una notable evolución. Durante un tiempo, era posible adquirirlos a buen precio y reconvertirlos en una de las actividades emergentes de la economía española: el turismo rural.
Actualmente, los precios se han disparado, pero es probable que con el tiempo vuelvan a un nivel más equilibrado. Fueron especialmente los británicos quienes, hace unos años, supieron detectar los auténticos «chollos», comprando pequeños cortijos, especialmente en la zona de La Alpujarra.
Una experiencia única para los amantes de la naturaleza
Si te gusta el turismo rural, los paisajes naturales y la vida en contacto con los animales, vivir en un cortijo rural durante unos días puede ser la forma de hacer realidad tus sueños.
Muchos de estos cortijos tienen décadas o incluso siglos de historia, por lo que suelen contar con agua de pozo o de río. La electricidad no siempre está disponible, pero gracias a las energías renovables hoy es posible alcanzar una excelente calidad de vida incluso en los entornos más aislados.
Disfruta de tus vacaciones en un auténtico cortijo andaluz
Si estás pensando en adquirir un cortijo rural, lo ideal es encontrar propiedades poco valoradas o en desuso. La clave está en no fijarse solo en lo que se ve, sino en lo que puede llegar a ser tras una buena rehabilitación y un toque personal en la decoración.
Un cortijo ofrece mayores posibilidades que una vivienda: es un proyecto de vida para quienes quieren desconectar del estrés urbano y disfrutar de la naturaleza en todos los sentidos.
En nuestra web te invitamos a descubrir las provincias con mayor oferta de cortijos disponibles para comprar o alquilar. Te guiaremos en la búsqueda de verdaderas joyas escondidas para que tú también puedas disfrutar de la experiencia única de vivir en un cortijo rural.
Historia del cortijo: arquitectura, tradición y forma de vida
El cortijo es una construcción rural y un símbolo de una forma de vida profundamente ligada a la tierra y al trabajo del campo en el sur de España. Su origen se remonta a la época de la dominación de los moros ―siglos VIII al XV―, cuando se desarrollaron sistemas agrícolas avanzados y se impulsó el asentamiento disperso en zonas rurales de difícil acceso. Muchos de los primeros cortijos surgieron entonces, como pequeñas unidades autosuficientes para el cultivo y la ganadería.
Con el paso de los siglos, y especialmente tras la Reconquista, el cortijo se consolidó como una estructura esencial en el modelo agrario andaluz. Durante siglos, fue el núcleo organizativo de grandes fincas agrícolas llamadas «haciendas» o «latifundios» donde vivían y trabajaban familias enteras, al servicio de un terrateniente que podía residir en el mismo cortijo o en la ciudad.
Arquitectura de los cortijos es funcional y austera
El diseño del cortijo responde a una lógica práctica: protegerse del clima extremo, almacenar grano, conservar alimentos, alojar animales y servir de vivienda. Los muros gruesos de piedra o adobe, los tejados inclinados de teja hispana y los patios centrales son rasgos distintivos de esta arquitectura sobria pero inteligente.
Además, su ubicación no es casual: muchos se levantaban junto a fuentes de agua natural o en parajes que ofrecían recursos y aislamiento a partes iguales.
El declive rural y el renacer de los cortijos dedicados al turismo de interior
A partir de mediados del siglo XX, con la mecanización del campo y el éxodo rural hacia las ciudades, muchos cortijos quedaron abandonados o en ruinas. Sin embargo, en las últimas décadas, han vivido un auténtico renacer gracias al turismo rural, la vuelta a lo natural y el creciente interés por una vida más sencilla y sostenible.
Hoy en día, los cortijos han dejado de ser únicamente viviendas de trabajo para convertirse en refugios de descanso, inspiración y contacto con la naturaleza. Muchos han sido rehabilitados con gusto y respeto por su historia, convirtiéndose en alojamientos con encanto o residencias privadas que combinan tradición y modernidad.
Ventajas de pasar las vacaciones en un cortijo rural
Si estás buscando una forma diferente de disfrutar tus vacaciones alejado del bullicio, del estrés urbano y de los destinos masificados, un cortijo rural puede ser la elección perfecta. Este tipo de alojamiento ofrece descanso y una experiencia auténtica en contacto con la naturaleza, la cultura local y el ritmo relajado de la vida tradicional.
Uno de los mayores atractivos de un cortijo rural es la paz que se respira. Alejados del ruido de las ciudades, rodeados de montañas, campos o parajes naturales, son el entorno ideal para liberarte del móvil, del reloj y del estrés. Dormir con el sonido de los grillos o despertar con el canto de los pájaros no tiene precio.
Los cortijos suelen estar situados en zonas rurales privilegiadas, como valles, sierras o parajes naturales. Aquí puedes pasear por senderos, respirar aire puro, observar el misterio de las estrellas sin contaminación lumínica o simplemente disfrutar del paisaje desde una hamaca o una terraza con vistas.
Alojamientos con encanto rural muy exclusivos
A diferencia de los hoteles impersonales, cada cortijo es único. Muchos conservan su arquitectura original, con muros de piedra, techos de madera, chimeneas o patios interiores. La decoración suele ser rústica y acogedora, y algunos han sido rehabilitados con mucho gusto, combinando tradición con confort moderno.
Los cortijos son espacios amplios, ideales para unas vacaciones en familia, con amigos o en pareja. Ofrecen intimidad, libertad de horarios, espacios al aire libre y, en muchos casos, jardines, barbacoas, piscinas o huertos ecológicos. Para los niños, es una oportunidad de jugar en plena naturaleza y aprender del entorno.
Decidirte por alquilar un cortijo rural es también apoyar el desarrollo local y un modelo de turismo más respetuoso con el medio ambiente. Muchos propietarios ofrecen productos ecológicos, colaboran con productores de la comarca y promueven experiencias auténticas como rutas, talleres o visitas culturales.
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Cortijos de La Alpujarra -- Estas construcciones típicas de toda Andalucía las encontramos en La Alpujarra con una finalidad turística muy especial, estos cortijos rurales se están reconvirtiendo en la mayoría de los casos para destinarlos como alojamientos vacacionales debido a la gran aceptación que tienen por sus características propias: están situados en plena Sierra Nevada, rodeados de naturaleza y con unas vistas muy atractivas. Por si esto es poco, sus precios de alquiler no son mucho más caros que las casas rurales.
506 - La importancia de la artesanía rural supone un atractivo turístico que atrae muchos visitantes, además de promocionar la cultura de la comarca.
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En muchas ocasiones, alojarte en un cortijo puede salir más económico que un hotel tradicional, sobre todo si viajas en grupo. Además, la libertad de cocinar en casa, desayunar sin horarios establecidos y organizar tus propios planes te permite controlar el presupuesto sin renunciar a la calidad.
Pasar unas vacaciones en un cortijo rural es más divertido y original que alojarse en una casa bonita: es volver a lo esencial, disfrutar del entorno natural y vivir a otro ritmo. Una experiencia que, para muchos, se convierte en tradición.
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